Aunque la carrera de Beth Hart abarca ya más de tres décadas, la cantante debe su entrada en escena en gran parte a Joe Bonamassa, con quien ha grabado tres discos a dúo (Don’t Explain en 2011, Seesaw en 2013 y Black Coffee en 2018, además de Live in Asmsterdam en 2014) además de su carrera en solitario. Una carrera que incluye una quincena de álbumes de estudio y cuatro más grabados en directo, de los que este nuevo You Still Got Me representa una nueva cima.
Se trata de un álbum que amplía aún más el espectro sonoro de la cantante (y pianista), aventurándose en un territorio cercano del blues, con country, rock clásico, baladas de tono más intimista y algunos invitados especiales para honrar a esta voz cálida y ronca que lleva años trabajando por la causa con fervor y pasión. Antes de que Beth Hart recibiera el reconocimiento que su talento merece, tenía todas las papeletas para convertirse en un biopic a la americana lleno de giros y sorpresas.
Entre las diversas adicciones al alcohol y las drogas que la asolaron desde los 14 años, la pérdida de su hermana (también aquejada de terribles adicciones) a los 20, su lucha contra la depresión, su expulsión de la High School of Arts de Los Ángeles y la decisión de Atlantic Records de rescindir su contrato tras solo diez álbumes publicados en 1996 y 1999, esta fan de Etta James y Billie Holiday podría haberse hundido varias veces. Fue su amor por la música y el de sus allegados lo que la sacó adelante (como su marido y road manager Scott Guetzkow, con quien se casó en 2000). Es una base sólida que ha ayudado a la cantante a florecer, pasando del blues de Bang Bang Boom Boom (2012) a la onda más jazzística de Fire on the Floor (2016), antes de adoptar un enfoque más personal en War in my Mind (2019), modernizando su mensaje al tiempo que ofrece escenarios más oscuros y melancólicos. A veces, el valor necesita tiempo.
Si Joe Bonamassa la ha llevado a lo más alto del mundo del blues, otros músicos no han dudado en recurrir a su talento vocal para colaborar en una velada o en una canción, como Jeff Beck, a quien ha acompañado en el escenario en varias ocasiones, o Slash, para quien sostiene el micrófono en Stormy Monday, una versión de T-Bone Walker grabada para el álbum Orgy of the Damned publicado por el guitarrista de Guns N’ Roses. Slash es el primer guitarrista que se escucha en el nuevo álbum de Beth Hart, You Still Got Me, en el que también participa el excelente Eric Gales. El álbum es la continuación de su Tribute to Led Zeppelin, que demostró hasta qué punto el sonido de Beth Hart puede adaptarse a una amplia gama de estilos. El talento de Beth Hart va mucho más allá del blues.